Qué es y para qué sirve un goniómetro
Aunque son muchos los que con total seguridad han usado uno o lo han visto, son pocos los que conocen su nombre correcto, ya que a pesar de ser llamado transportador de ángulos o incluso sextante, el término original es el de goniómetro y en este artículo te vamos a dar todas las pistas para que conozcas cómo funciona, los modelos que puedes encontrar en la actualidad y también para qué sirve y los usos que se le suele dar a esta herramienta tan importante en muchos sectores.
¿Qué es un goniómetro?
El término goniómetro recoge dos palabras que cuentan con un origen griego. En primer lugar nos encontramos con “gonia”, que lo que viene a significar es ángulo, mientras que por otro lado tenemos el término “metrón” que se refiere a medida, por lo que esta herramienta o instrumento es un aparato que sirve para medir ángulos o incluso para que un objeto cuente con el ángulo preciso que necesitamos.
Podemos encontrar goniómetros más o menos sofisticados, pero por lo general, nos encontramos con una superficie giratoria que cuenta con diferentes graduaciones, especialmente los 180 y los 360 grados, pudiendo de esta manera ir eligiendo el ángulo deseado y transportarlo de un lado a otro si fuese necesario.
Estructura de un goniómetro
Si nos centramos en el goniómetro convencional y que es uno de los más comercializados en la actualidad nos encontramos con dos reglas que cuentan con una unión justo en su centro junto con un pequeño semicírculo que es el que tiene la graduación. Una de las reglas se va a colocar en la superficie, mientras que el otro va a reposar sobre la cara de lo que queramos medir, aunque esto se puede realizar entre dos objetos que se encuentren unidos, dando justo en el centro, en el semicírculo una indicación de los grados a los que se encuentran las dos líneas que forman las caras de los objetos.
Aunque en el mercado se pueden encontrar modelos que están elaborados en plástico resistente o transparente, pensado sobre todo para los que desean usar este tipo de herramientas para sus estudios ya bien sea en el instituto o en la universidad, los mejores modelos de goniómetros están realizados de acero inoxidable, dándole una gran calidad y resistencia para cualquier tipo de medición que se realice.
¿Para qué sirve un goniómetro?
Los usos que tiene esta herramienta son varios y también cuentan con una gran cantidad de campos en los que se puede utilizar. Uno de ellos es para la topografía, pudiendo analizar diferentes ángulos que existen en el terreno, siendo necesario, por ejemplo para realizar mapas de gran calidad o incluso para comprobar los desniveles que puede haber en el terreno. Los goniómetros de los topógrafos además de contar con la estructura que hemos analizado anteriormente, también pueden tener burbujas de aire para controlar más datos que pueden serles de gran utilidad a la hora de planificar una obra o construcción.
Uno de los usos más habituales en las últimas décadas es la que se da en fisioterapia, ya que es “una herramienta muy precisa y profesional para medir los ángulos a los que se encuentran las extremidades o incluso la capacidad que tiene la persona para llegar a una extensión u otra” (fuente: ortopediaymas.com/profesionales/goniometro/). Es importante este tipo de utensilios para que se pueda medir el ángulo, por ejemplo, de una pierna cuando se extiende, ya que en muchas ocasiones la rodilla no llega a girar correctamente y el ángulo después de una operación no se encuentra dentro de lo normal. De igual modo también se puede medir la inclinación que tiene un paciente en un pie o si su postura está más o menos recta, para que, sesión tras sesión, se pueda llegar a unos resultados que serán los que se busque en la media de los pacientes.
Desde que se fabricaron, uno de sus usos más habituales ha sido el de los cálculos militares en las diferentes guerras que se han ido sucediendo, sin embargo, actualmente ha quedado relegado el uso de esta herramienta por la introducción de otros dispositivos inteligentes que realizan esta acción sobre los mapas con más rapidez y sin margen de error.
Posiblemente uno de los usos más primitivos del goniómetro es el de la cristalografía, puesto que se necesitaba una serie de herramientas para medir las dimensiones y los ángulos de los cristales, siendo este utensilio creado originariamente para este fin. Al comienzo se realizaron más pequeños, dado el tamaño de los cristales, pero poco a poco se fueron adaptando y variando para los diferentes usos.