La caldera de gas: posibles riesgos y cómo evitarlos

Ahora que llega el invierno, la calefacción se vuelve algo muy necesario en nuestro hogar. Para que todo funcione correctamente, es fundamental prestar atención a la caldera. Las instalaciones actuales son seguras y duraderas, pero eso no significa que tengamos que tomar precauciones para reducir los riesgos al máximo. Si tienes miedo de que la caldera pueda darte un susto, te vamos a mostrar los principales riesgos y cómo evitarlos.

1- Mala combustión de la caldera

Es uno de los problemas más comunes de la caldera y se suele producir cuando la misma no tiene un mantenimiento adecuado. El problema se da cuando la caldera no quema correctamente. Al no realizar el trabajo correctamente, se produce una producción de monóxido de carbono superior, el cual puede ser muy tóxico para la familia si en la zona no hay una buena ventilación.

Si notas que la llama es anaranjada o amarilla, te recomiendo llamar al técnico lo antes posible. Si vives en Valencia, te invito a ponerte en contacto con https://www.servicedeasistencia.com/junkers/valencia/, expertos en la reparación de calderas Junkers y otras marcas. Ellos analizarán la caldera y verán que es lo que está provocando que la quema de gas no sea la adecuada.

También es fundamental ponerse en contacto con el servicio técnico de la caldera si los indicadores luminosos se apagan con regularidad o si se produce una gran condensación de humedad en las ventanas sin que en la cocina hayamos cocinado nada.

2- Fugas u olor a gas

Si el funcionamiento de la caldera no es el adecuado, también puede producirse una ligera fuga de gas. En pequeñas cantidades no es peligrosa, siempre y cuando haya una ventilación, pero en grandes sí que lo es. Si al entrar en la cocina notas que hay un ligero olor a gas, no lo dudes y corta la caldera y la llave de paso del gas. A continuación, abre puertas y ventanas para que la estancia se ventile y la concentración de gas se vaya. Bajo ningún concepto enciendas ningún aparato eléctrico y rápidamente llama al servicio técnico. El objetivo es que los profesionales examinen la caldera y vean cual es el motivo de esa fuga de gas. En poco tiempo todo volverá a la normalidad. Lo importante es no dudar y reaccionar a tiempo para que no se produzca una explosión por una alta concentración de gas.

3- Mala ventilación

Para que todo funcione correctamente, es fundamental que la caldera de gas tenga una buena salida de humos. El objetivo es que los residuos salgan al exterior y no se queden en el interior de la vivienda. Si eso sucediese, podría ser muy perjudicial para la salud de nuestra familia.

Para evitar ese problema, es fundamental que esté situada en un espacio donde la ventilación sea adecuada. Además, es vital que se compruebe cada cierto tiempo la salida de humos y las rejillas de ventilación. Eso no se hace por gusto, sino que se hace para conseguir tener la certeza de que los gases son expulsados al exterior sin problemas. Gracias a una buena ventilación se reduce el riesgo de concentraciones elevadas de gas en la estancia. Es decir, se reduce el riesgo de una posible explosión o intoxicación.

4- Suciedad de la caldera

Con el paso del tiempo, la caldera tiende a ensuciarse. Eso hace que no pueda funcionar correctamente y en consecuencia necesite de más energía para proporcionar la temperatura que buscamos para nuestro hogar. Para evitarlo, al menos una vez al año el servicio técnico debería hacer una limpieza de caldera para que funcione bien. No olvides que, si la suciedad es alta, la caldera se bloqueará y en consecuencia te quedarás sin calefacción y sin agua caliente. Por ese motivo, las revisiones periódicas son realmente importantes para que el mantenimiento siempre sea el adecuado.

Consejos para mantener en perfectas condiciones la instalación

Una vez que conocemos los principales riesgos de una caldera, es el momento de ponernos manos a la obra para evitarlos. Es más fácil de lo que parece si seguimos los siguientes consejos:

  • Mantenimiento de las instalaciones: es fundamental mantener la instalación del gas en perfectas condiciones. En ocasiones evitamos hacer las revisiones para evitar el coste que suponen. Pero te puedo asegurar que te lo ahorrarás en salud y seguridad. Un buen mantenimiento reduce el riesgo al mínimo, de aquí que sean tan recomendadas.
  • No realizar las reparaciones nosotros mismos: es fundamental que las reparaciones siempre sean realizadas por un experto. No cometas el error de intentar reparar la caldera tú mismo o te puede salir realmente caro. Sin los conocimientos necesarios, la caldera puede tener un funcionamiento inadecuado y poner en riesgo nuestra salud. Siempre tienes que llamar al técnico para que la reparación sea la adecuada.
  • Revisiones periódicas: las revisiones periódicas son fundamentales para tener la certeza de que todo va bien, incluso cuando no somos conscientes del problema. Esas revisiones pueden ser realizadas por el servicio técnico, la compañía de gas o por personal cualificado. Esas revisiones son obligatorias y te permitirán tener la certeza de que todo está en perfectas condiciones. Y en caso de no estarlo, se pondrá fin al problema con gran rapidez. Siempre hay que reaccionar a tiempo para evitar que el problema vaya a más.

Recuerda, lo importante es contar con un servicio técnico de profesionales que nos garantice que el funcionamiento de la caldera es el adecuado.