Cómo usar limpiadores faciales por primera vez
Un limpiador facial es un producto empleado en cosmética que sirva para limpiar el cutis de forma sana y saludable. Los limpiadores nos ayudan a tener nuestra piel en perfectas condiciones, eliminando del rostro los restos de maquillaje, así como cualquier tipo de impureza que se haya quedado atrapada en los poros y que pueda provocarnos irritaciones o la aparición de granitos.
Los limpiadores faciales están pensados para todo tipo de pieles, independientemente de cual sea nuestro cutis. Podemos encontrar limpiadores para pieles sensibles, pieles normales, para pieles grasas, pieles secas o pieles mixtas. Los limpiadores faciales actúan con suavidad y se adaptan a cada piel dependiendo de los ingredientes con los cuales estén fabricados, como veremos más adelante. Son la opción ideal para limpiar nuestra piel pero, también, para prepararla para aplicar otros productos aprovechando que deja nuestros poros abiertos.
Elegir el tipo de limpiador que más se adapta a nosotras
Lo primero que debes tener en cuenta a la hora de comprar un limpiador es el tipo de piel que tienes. Podemos encontrar varios tipos de limpiadores dependiendo de los ingredientes con los cuales están fabricados. Lo que debes tener siempre en cuenta es cuál es mejor para tu piel, dependiendo de cómo sea esta. A continuación, te explico qué tipos hay y para qué pieles están recomendados:
- Pieles sensibles: Jabones limpiadores y aceites limpiadores,
- Pieles normales: Jabones limpiadores, agua micelar y espumas faciales.
- Pieles grasas: Jabones limpiadores, agua micelar, espumas faciales y geles limpiadores.
- Pieles secas: Leche limpiadora, aceites limpiadores y bálsamos limpiadores.
- Pieles mixtas: Espumas faciales, geles limpiadores, leche limpiadora y bálsamos limpiadores.
Como ves, es muy importante que tengamos en cuenta el tipo de limpiador que vamos a utilizar para que su efecto sea mayor y nuestra piel no se resienta. Por ejemplo, los geles limpiadores no son adecuados para la piel sensible ya que pueden ocasionar rojeces. Así mismo, la leche limpiadora resulta ideal para las pieles secas —o maduras— debido a que es muy hidratante y le aporta los nutrientes que necesita para verse más bonita —pero, sin embargo, no son muy recomendables en las pieles grasas, como es lógico—. Si están buscando un limpiador de calidad, en Telva.com puedes encontrar una selección de los mejores productos limpiadores faciales del mercado.
Preparar nuestra piel
Lo siguiente que hay que hacer, una vez que has adquirido el limpiador que mejor va con tu piel, es prepararla para aplicar el producto. Para ello, es fundamental que lavemos nuestra cara con abundante agua, dejando la piel húmeda y eliminando los restos más superficiales de maquillaje y de suciedad.
Aplicar el limpiador facial
Seguidamente, debemos utilizar el limpiador facial. Para ello, debemos aplicar una pequeña cantidad sobre nuestras manos y a continuación, comenzar a expandirlo por todo el cutis. Debes tener cuidado en que este no entre en tus ojos. En ese caso, lávalos abundantemente con agua. Mientras estás escampando el limpiador aprovecha para masajear el cutis para que este se absorba mejor en los poros y pueda eliminar los restos de suciedad.
Aclara la cara
Una vez que hayas aplicado el limpiador facial, aclara tu piel con agua templada. Con ello conseguirás eliminar la suciedad que ha sido expulsada con el limpiador. No te preocupes, el limpiador no pierde efecto.
Seca tu cara
Utiliza un algodón o una toallita desechable para secar tu cara y mantenerla limpia. No utilices toallas usadas.
Aplica una crema
Una vez que has realizado todos estos pasos y tu cara se ha quedado perfectamente limpia es el momento de que apliques la crema o loción que desees, en caso de que quieras hacer uso de alguna de ellas. Y listo, ya tendrás tu piel en perfecto estado.