Cómo es la psicología en el mundo de los perfumes
Sin duda los aromas pueden provocarnos muchas sensaciones, evocarnos recuerdos e incluso movernos hacia otros lugares. Con un aroma puedes recordar un buen momento, evocar la naturaleza o a un ser querido y es por ello que la psicología es tan importante en relación con las fragancias. Además cada tipo de fragancia tiene un significado distinto según su tipo de aroma y también según su color. Sigue leyendo para conocer muchos más datos sobre la psicología en el mundo de los perfumes.
El papel de la psicología en el mundo de los perfumes
Los aromas, las fragancias y los olores de los perfumes se quedan en nuestra cabeza y navegan por nuestras mentes casi sin que nos demos cuenta. En este camino vamos percibiendo sensaciones que asociamos de forma directa con todos nuestros recuerdos.
El cerebro reconoce y clasifica estos aromas que nos llegan por la nariz y por tanto los perfumes nos transmiten sensaciones. El sistema límbico es el encargado de unir las sensaciones con los recuerdos, porque se trata de un sistema que se encuentra muy cercano a las emociones de los seres humanos.
Es por esto que a nivel psicológico los perfumes pueden aportarnos diferentes sensaciones y se asocian, según el aroma, con distintas características como la frescura y la juventud con los aromas más ligeros y la elegancia y el clasicismo con los perfumes más fuertes, con toques amaderados. De esta forma, los perfumes para deportistas y para jóvenes siempre suelen ser mucho más frescos mientras que los perfumes para mujeres apasionadas o para hombres fuertes y seguros de sí mismos siempre tienen muchísima presencia y cuerpo.
De igual manera, hemos preguntado a los responsables de PacoPerfumerias.com en la sección de Versace, expertos en la venta de todo tipo de perfumes y lociones para hombres, mujeres y niños, sobre cómo podemos elegir un buen perfume teniendo en cuenta la psicología de los perfumes y nos han explicado que a nivel psicológico los perfumes deben adaptarse a las personas que van a llevarlos, a su estilo de vida y a sus características concretas, puesto que en la actualidad los perfumes son mucho más que un simple aroma, son una forma de remarcar el carácter y las características personales de una persona. Los perfumes aportan presencia y definen a los usuarios que van a llevarlos, les permiten reforzar lo que piensan que son y aportan su toque personal su forma de ser, de vestir y de moverse por la vida.
Además, a la hora de seleccionar el perfume que mejor se adapta a una persona teniendo en cuenta la psicología, los colores también son muy importantes ya que cuando vemos un color concreto éste nos produce unas sensaciones definidas, como un cambio en el estado de ánimo, alegría, nostalgia, confianza, etc. Es por ello que a nivel de marketing se cuida al detalle el frasco, el color y todas las características que envuelven a un perfume para convertirlo en mucho más que una simple fragancia: en una experiencia única que a nivel psicológico aporte valor a las personas y les anime a seguir comprando el mismo perfume al asociarlo a unas características concretas que consideran que les representan.
Por ejemplo, según la preferencia del color muchas personas también seleccionarán unos u otros perfumes. El color blanco o el verde, por ejemplo, se asocian a las personas a las que les gustan las fragancias muy frescas y sensibles, con toques equilibrados, mientras el azul es para las personas que prefieren decantarse por perfumes muy románticos y con toques de elegancia.
En cambio los perfumes de color negro siempre van asociados con las personas más independientes que buscan perfumes individuales y el rosa es también para fragancias verdes. Los perfumes rojos y dorados suelen ser potentes y están destinados siempre a personas a las que no les gusta pasar desapercibidas, que tienen claro lo que quieren y que buscan una fragancia potente para su día a día y para los eventos más especiales.
Por otro lado, muchas personas también creen que su perfume no huele en la piel pero esto es falso. Eso quiere decir que a nivel físico y después a nivel psicológico el olfato se ha acostumbrado al perfume y por tanto no percibe su olor en la piel pero en realidad el perfume sí que huele. Es posible solucionar este problema seleccionado aromas con una intensidad más fuerte, como por ejemplo el aroma del café, para recuperar de nuevo la percepción del aroma del perfume en la piel a nivel físico y psicológico.
A la hora de escoger un perfume es por tanto muy importante tener en cuenta todas estas características, tanto si buscamos regalar a alguien la loción como si queremos escoger el que mejor se adapte a nuestra forma de ser y a lo que queremos expresar con nuestro nuevo aroma.