Ideas de postres con membrillo que te recomendamos probar


Si has probado alguna vez el membrillo directamente de la pieza de la fruta, habrás notado que tiene un sabor único que destaca por ser ácido y ligeramente dulce —incluso, cuando está crudo puede resultar un poco amargo y astringente—. Ahora bien, cuando el membrillo se come cocinado, generalmente, como dulce de membrillo este se vuelve mucho más dulce y su sabor cambia drásticamente, además de ser más suave y fragante, incluso conserva un toquecito de acidez que le da un equilibrio muy interesante. Ello hace que se convierta en una de las frutas más populares para preparar todo tipo de postres, y justamente esto último es lo que vamos a ver en este artículo. Así que, si quieres ideas de postres con membrillo, no dejes de leer, ¡te encantarán!
Dulce de membrillo con queso: cremoso, fundente e irresistible
Como indicábamos en la introducción, el dulce de membrillo tiene un sabor y unas texturas únicas que hace que se convierta en una de las mejores opciones para elaborar postres con él. Una de las combinaciones más deliciosas es la del dulce de membrillo con queso, muy popular en España y en Latinoamérica, sobre todo por su contraste de sabores y texturas. La pasta densa y gelatinosa del membrillo —cocida con azúcar— se acompaña con una porción de queso —que puede ser manchego o de cualquier otro tipo, aunque predominantemente suave y ligeramente salado—. El sabor del dulce de membrillo aporta una nota dulce y afrutada con un toque de acidez a la combinación, mientras que el queso agrega una suavidad cremosa que puede ser más salada o láctea —dependiendo del tipo de queso—.
Además, su preparación es muy sencilla, solo tienes que cortar a cuadritos o a cuñas el dulce de membrillo y colocar el queso encima de él. Tal vez, lo que más complicaciones presenta es la elaboración del dulce de membrillo, puesto que tendrás que pelar la pieza de fruta y cortarla en pedazos para después hervirla hasta que se quede tierna. Con ello podrás obtener el puré y agregar el azúcar para que, cocinándola poco a poco y sin parar de remover —para que no se pegue—, lograr esa masa consistente y ligeramente espesa de este dulce tan característico. Ahora bien, si no quieres complicarte puedes optar por comprar el dulce de membrillo, que además lo puedes encontrar a un precio muy competitivo, como el de Paiarrop, que se elabora de manera artesanal y con una selección previa de las mejores piezas de fruta para ofrecer un producto gourmet de máxima calidad.
Tarta de queso y membrillo con cuajada, un contraste de texturas
Otro de los postres más deliciosos que puedes probar con esta fruta es la tarta de queso y membrillo con cuajada, una delicia combinación para los paladares más exigentes y para sorprender a cualquier comensal. Además, este postre combina varias texturas que forman parte de su encanto, y es algo que se logra gracias a la base crujiente de la tarta —a menudo, hecha de galletas o cacahuetes triturados con mantequilla—, la capa cremosa de queso suave, que va en la parte del centro —y que además está mezclada con la cuajada, lo que le da una textura aún más sedosa y un cuerpo más firme, sin llegar a ser pesada—, y por último, la capa del dulce de membrillo que va en la parte superior de la tarta —también se puede incorporar entre capas, a gusto de cada persona— y que le aporta el sabor dulce y frutal a este postre que contrasta con el resto de ingredientes. Esta receta es perfecta para quienes disfrutan de sabores dulces y frescos con una textura suave y cremosa.
Bizcocho de membrillo con nueces, ideal para el café

Por supuesto, para los amantes de los panes dulces, no puede faltar el bizcocho de membrillo con nueces. Este postre se puede elaborar de varias formas, lo más habitual es que se añadan pequeños trozos de dulce de membrillo en la masa —lo que hace que el sabor se mezcle uniformemente y se cree un equilibrio entre el dulzor del bizcocho y el toque frutal del membrillo—. Además de las nueces, por supuesto. Y si quieres mejorar la presentación e intensificar el sabor del membrillo, también puedes agregar una capa de dulce de membrillo en la parte superior o en el centro, formando así un relleno que se derrite ligeramente al hornearse. ¿Te animas a probarlo?
Dulce de membrillo con dátiles, para los más fitness
Este postre tiene la particularidad de que se elabora con menos cantidad de azúcar y, para compensar, se añaden los dátiles que destacan por su conocido dulzor. El proceso es el mismo que explicábamos en el primer apartado, los membrillos deben cocerse hasta que se queden tiernos y posteriormente deben hacerse puré junto con los dátiles deshuesados —generalmente, con unos 200 gramos de dátiles por kilo de membrillo es suficiente—. Lo debes triturar todo hasta lograr una mezcla homogénea y, a continuación, añadir un poco de azúcar al puré para cocinar a fuego lento —recuerda, siempre removiendo constantemente para que la mezcla no se pegue—. Por último, viértela en un molde y deja que se enfríe. El resultado es el de un postre con un toque de caramelo natural y dulce gracias al sabor intenso de los dátiles.
Flan de membrillo, el clásico llevado a otro nivel
Los amantes del flan están de suerte puesto que el membrillo combina perfectamente con él, además de darle una textura cremosa y un toque dulce y frutal. El postre en cuestión se prepara de forma muy similar a como se elabora el flan tradicional, ahora bien, con la diferencia de que se añade el puré o trozos de dulce de membrillo a la mezcla para lograr el sabor característico y un color ligeramente rosado. También puedes añadir canela a la mezcla para lograr un sabor más especial, antes de hornearlo (durante unos 45-50 minutos a 180º C). Ten en cuenta que para este postre necesitarás:
- 1 litro de leche.
- 125 gramos de azúcar.
- 4 huevos.
- 500 gramos de dulce de membrillo.
- Canela.